margaritavaenvaqueros

Margaritavaenvaqueros

"Si no estás para ti, no estarás para nadie"

Era su 40 cumpleaños.

Y no se reconocía en el espejo. ¿Cómo habían pasado 20 años?

Margarita hizo lo que se esperaba de ella. Lo que se suponía que debía hacer. ¡Ya sabes!, una carrera con salidas, hipoteca a 30 años en gran ciudad, trabajo bien remunerado…

¿El resultado?

Había estado viviendo para todo y todos. Corriendo de un lado a otro intentando cumplir las expectativas de todo y todos… y se había perdido. 

¡Vale!, no como cuando pierdes un calcetín en la lavadora que inexplicablemente jamás lo recuperas, no de esa forma…

…pero había perdido de vista la niña que fue.


Ante el espejo, recordaba las interminables tardes de verano jugando en la calle.

Los recreos con una bolsa de pipas entre charlas y risas infinitas.

El aroma a vainilla y canela de la cocina de su abuela.

El olor a tierra mojada tras la lluvia.

El mar en sus pies. El sol en la cara.

El primer amor.

Añoraba épocas más sencillas.

¡Cuando todo iba algo más despacio y las ilusiones no necesitaban grandes motivos!


Pero sobre todo, se añoraba a sí misma.¡Margarita se echaba de menos!

En algún momento abandonó sus sueños y se dedicó a “ir tirando”. Estaba para todo, pero no estaba para sí. Simplemente, no tenía tiempo… o más bien, ella misma no era su prioridad.

Había dejado de hacer cosas que amaba. No algo sofisticado como cenar en París o visitar Nueva York, ¡que va!, cosas simples como ver un atardecer o tocar el piano.

¿Un peinado?… hacía tanto que su peluquería ya había quebrado.


Así que en su 40 cumpleaños decidió encontrar motivos para cuidarse. Y decidió ser egoísta y estar para sí. Y ser valiente para reencontrarse.

Se puso sus vaqueros y abrazó sus miedos.

Al fin y al cabo, los 40 son los nuevos 20, o ¡eso dicen!


Y de eso va este newsletter,

* De cómo los colores y los aromas fueron transformando su piel y su sonrisa y que, a no ser que te duches en leche de burra cada día, casi seguro que te interesa.

* De cómo la vainilla y la canela volvieron a formar parte de su historia.

* De reencontrarnos ante el espejo.

* De cuidarnos para cuidar a otros.

* De quienes somos Margarita y yo.

* Qué vendemos.

* Por qué unos vaqueros.


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